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Mandaré contra ella naciones enteras
para que la lancen al viento,
la destruyan y la dejen vacía.
El día que sea destruida,
la atacarán por todos lados.

»Los soldados babilonios
ya están preparando sus armas,
pero ustedes ni siquiera deben dejar
que se pongan la armadura.
Al contrario, ¡maten a sus jóvenes!,
¡quítenles la vida a sus soldados!
¡Que sus cadáveres queden tendidos
por las calles de Babilonia!

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